martes, 31 de enero de 2012

Góspel urbano

Seguimos en nuestro particular paseo por Santa Catarina que interrumpimos en diciembre. Por esta rua como en todas las grandes ciudades abundan los músicos callejeros que dan alegría a la calle. Esta es una muestra de lo más curiosa, mirad esta pieza interpretada por un grupo de tunos al estilo Góspel.


La Tuna en Portugal tiene una tradición inmensa y que sigue perpetua en los tiempos que corren. No es como en España que los estudiantes pertenecientes a la misma viven su periodo universitario con normalidad y solo se visten de tuno durante algún acto. En Portugal, es todo una religión. Portan su particular indumentaria durante todo el día con bastante orgullo. El traje está compuesto por un pantalón de vestir, una camisa blanca, una corbata negra y una especie de americana larga como si fuera un chaqué también de color negro, perdonad la imprecisión pero no conozco el nombre exacto de la prenda. Encima para abrigarse, llevan un capa que la tradición dice que no la pueden lavar en todo el periodo universitario. Tan solo la pueden tender y limpiarla con el agua de la lluvia.

Si visitáis Oporto, os llamará mucho la atención. Las zonas universitarias están repletas de tunos que van en manada. A parte, como ocurre en España, forman sus bandas de música, la del vídeo es todo un ejemplo aunque también destaca la de la facultad de medicina que posee bastante fama. 

Para los estudiantes portuenses es todo un orgullo pertenecer a la tuna. 

domingo, 29 de enero de 2012

Una visión nocturna

Uno de los sitios claves de Oporto es la Plaza de Libertad junto con la Avenida Aliados. Se puede decir que es el centro histórico de la ciudad, por un lado el espacio presidido por la casa consistorial y por otro el Hotel Intercontinental. Un sitio precioso donde se nota la crisis. La iluminación, un poco pobre, pero que le vamos a hacer, el ahorro es lo que cuenta. Hoy aprovechando la cámara nueva me ido a hacer fotos nocturnas, espero que disfrutéis las bellas estampas.
La Basílica de Trindade

El Ayuntamiento de Oporto


El Hotel Intercontinental

Estatua ecuestre de Pedro IV

Iglesia de los Clerigos

Estación de Sao Bento


lunes, 23 de enero de 2012

Enamorado de Galicia

Ante todo desearos un feliz año 2012 con un poco de retraso, el periodo de exámenes no me ha dejado actualizar este blog. El pasado viernes me liberé al menos de momento de estas tareas y me puedo dedicar a actividades más hedonistas. Durante las próximas semanas que dura la época de recurso lo ocuparé en recuperar el tiempo perdido, cosa que he hecho este pasado fin de semana con una nueva visita a Galicia.

Qué decir de GALICIA, los calificativos se quedan cortos. Esa tierra es rica en todos los sentidos. Esta vez ha sido La Coruña el destino elegido. El motivo ver un nuevo partido del Alba en el campo del Elviña contra el humilde equipo del Montañeros.

Tras salir de Oporto hacia tierras galegas, me percaté de la única pega de esta comunidad, los peajes. Los 300 kilómetros que conectan la ciudad Invicta con la imponente Coruña son una larga travesía a través de caras autopistas. Fraga Uribarri, recientemente fallecido, plagó su tierra de peajes y en algún momento (pero muy corto) te arrepientes de emprender viaje.

Al llegar nos metimos a ver el partido del Depor, Riazor sorprende, por fuera y por dentro. Desde el exterior se ve un campo imponente pero también desgastado pero con ese puntito añejo con el océano Atlántico al lado que mola mucho. Dentro se saborea fútbol por los cuatro costados y se te vienen a la cabeza los recuerdos del SuperDepor. También ver el debut de Juanto Ortuño ha sido todo un placer, es fantástico ver a  los jugadores de la cantera del Alba triunfar por el mundo. Eso habla muy bien de los que pasan por la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta y muy mal de los que han gestionado el club hasta la temporada anterior.


Después tras una ligera siestecita en el hotel tocaba disfrutar de la gastronomía galega. Indescriptible, solo puedo decir eso. Todo ello regado por un buen alvariño. Tuve la ocasión de probar unos exquisitos mejillones a la belga y el raxo que me sorprendió gratamente. Al día siguiente, llegó el gran momento, el pulpo a la gallega. Yo creo que el truco es el agua porque cuando lo tomo en Albacete o lo preparo personalmente no sabe igual, es un misterio que no me lo puedo explicar. Pero me vuelve loco.

Antes tocaba la visita a la imponente Torre de Hércules, ese faro tan milenario que es más que un emblema  para la ciudad. Todo el conjunto monumental es precioso. La pega es la torre en sí. Es una pena que el faro estuviera cerrado porque lo están restaurando por lo que no pude subir esas escaleras tan míticas, tendré que esperar otra oportunidad. Después pude, esta vez sí, ascender al monte de San Pedro. Una recomendación que me hicieron en el hotel. Desde allí se pueden contemplar uno de los mejores atardeceres de Galicia, la lastima es que los nubarrones han sido la nota predominante en este finde, además podemos contemplar un pequeño laberinto de yedra y unos cañones del recuerdo de la Segunda Guerra Mundial para disparar a los barcos aliados que se abastecían en el puerto de Coruña que ahora están inahabilitados. 
Antes de comer nos acercamos al Castillo de San Agustín. La fortaleza de la ciudad que fue construida en una isla que ahora se encuentra unida completamente a tierra firme. El motivo de su construcción fue la de aislar a los enfermos de ergonismo granguenoso (producida por tomar alimentos en mal estado durante un espacio importante) en la Edad Media. Posteriormente fue habilitada para su función defensiva. Y su última ocupación fue la de prisión hasta mediados del siglo XX. De hecho allí se puede ver los depósitos de pólvora que fueron habilitado como celdas. Además allí en el castillo se pueden ver restos de los barcos naufragados, una colección de monedas, armas, espadas e incluso banderas que a más de uno le gustarán. 

Y por último llegué al Elviña, no sin perdernos con mi compañero Alex. Primeramente decir que a mí, a pesar de lo que muchos dicen, el campo me gustó, un estadio humilde cuyo mayor defecto a mi entender es el césped sintético, no es entendible que en Galicia se hagan campos de hierba artificial con la cantidad de agua que tienen, no me lo explico. Por lo demás genial, comentando el partido con el gran Javi Romero. Una victoria que viene muy bien para la vuelta.

La verdad en Galicia me siento como en casa.