martes, 24 de abril de 2012

Historia de Portugal II: La Revolución de los claveles

Tal día como hoy, la historia de Portugal cambió por completo, el panorama que se abrió fue totalmente nuevo,   el 25 de Abril se conmemora el 38 aniversario de la Revolución de los Claveles. Aquel día donde el ejército se levantó de forma pacífica y el pueblo le acompañó, al contrario de lo que pasa en estas ocasiones donde las Fuerzas Armadas cuando se sublevan en contra de la ciudadanía. Este acontecimiento me recuerda uno de los mejores episodios de Cuéntame Cómo Pasó, donde Tony Alcántara viaja a Lisboa para cubrir el levantamiento pacífico como periodista del extinto Diario Pueblo.

El transfondo del 25 Abril viene de la década anterior. A finales de los sesenta, la muerte del dictador Antonio de Salazar, cabeza visible del Estado Novo, régimen autoritario reinante en el siglo XX, puso en duda la continuidad del Estado. Éste se mantenía gracias el férreo control de la policía política (PIDE). El ejército portugués estaba dividido por la terrible guerra colonial. Al contrario de la otras grandes potencias europeas que esos años primaba quitarse de en medio los territorios en ultra mar, por su parte el Estado Novo apostaba por la continuidad en su soberanía de las colonias. Al mismo tiempo, en territorios como Mozambique y Angola surgieron movimientos de independencia contra el control portugués. Entonces la jefatura del Estado recayó en Marcelo Caetano (en imagen a la derecha).

Meses antes del 25 de Abril de 1974, Caetano se vio obligado a destituir de la presidencia del gobierno al general Antonio Spinola (en imagen a la derecha) por querer reformar desde el poder el régimen que plasmó en un manifiesto que se llamó "Portugal e o futuro" (Portugal y el futuro). Spinola ganó muchos adeptos entre los oficiales de las Fuerzas Armadas. Al mismo tiempo se frustró otro levantamiento en Caldas de Rainha que pretendía tomar los lugares estratégicos de la capital. El golpe fue contenido por la PIDE que realizó detenciones por todo el país. Esto hizo que se replanteara la posibilidad de una revolución por parte del ejercito.

En la media noche del 25 de Abril y en pocas horas, el ejercito tomó los principales lugares de Lisboa. Los militares de otras zonas apoyaron la revolución manteniendo el orden nacional, además cerraron el espacio aéreo portugués ocupando los principales aeropuertos. Desde los medios de comunicación, se llamó a la población que se mantuviera en calma y que permaneciera en los hogares. Pero pasó todo lo contrario, el pueblo salió a la calle para apoyar a sus soldados repartiendo claveles, flor de temporada, en señal de movimiento pacífico.

Por su parte, Caetano se vio sorprendido por la insurrección. La guarnición que le tenía que proteger apoyó el movimiento y no tuvo más remedio que refugiarse junto a su gobierno en el Cuartel del Carmo en Lisboa. Las tropas dirigidas por Salgueiro Maia cercaron este lugar para obligar al Jefe de Gobierno que desmantelara el Estado Novo. Caetano solo aceptó rendirse ante un oficial de alta graduación, hay aparece el papel de Spinola. Este general era un hombre moderado que tenía la confianza del pueblo y recogería el poder.

Tras este movimiento se desmantelo el régimen autoritario, se puso fin a la guerra colonial que estaba provocando grandes estragos en la economía de autarquía lusa. La primera preocupación de Spinola fue buscar una solución política a este aspecto. La Revolución solo saldó con cuatro muertos por parte de la Policía PIDE para defenderse de los sublevados en los primeros instantes de la revolución. Tras el 25 de Abril, Portugal vivió años de inestabilidad política entre moderados y la izquierda hasta que la democracia se consolidó.

El siguiente vídeo con algunas imágenes del aquel día de 1974 está acompañado con la canción Grândola Vila Morena de José Afonso, un himno prohibido por la censura durante la dictadura de Salazar. En la noche del 25 de Abril, sonó en Radio Renacença (emisora católica en Portugal) a las 0:25 concretamente. Esta era señal de las tropas para llevar a cabo la estrategia que tenían el objetivo de acabar con el Estado Novo. A mi personalmente me pone los pelos de punta, es muy emocionante.



Hoy la Revolución de los Claveles no más que una fecha clave en el calendario de los portugueses y una lección más en los libros de texto de los estudiantes. Ahora que ya conozco un poco más a nuestros vecinos me doy cuenta que el espíritu de aquel día se ha perdido, para muchos fue el inicio de una vorágine donde Portugal no ha sabido sobrevivir, donde se ha visto obligado a competir con otros países europeos. Para otros supuso una liberación, un soplo de aire fresco y el fin de una guerra que no llevaba a ningún lado. Un ejemplo al mundo de como acabar con un sistema que estaba anquilosado. 

En próximas entradas os mostraré imágenes de la celebraciones del día de la libertad.

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