jueves, 26 de abril de 2012

Un aniversario, una celebración y dos manifestaciones


 Como ya os conté ayer los portugueses celebraron el 38 aniversario de la Revolución de los Claveles, una efeméride de lo más emocionante. Sobre todo porque se junta el clamor y el calor de la gente que tanto cuesta ver. A pesar del ambiente, la situación no está para muchos festejos y los lusos aprovecharon para hacer reivindicaciones  de índole social por parte de las distintas asociaciones del recuerdo del 25 de Abril y de los sindicatos. Además, la psedoasociación Anonimous tampoco faltó a la fiesta y montaron su pequeña manifestación. Pero lo mejor es que vayamos por orden cronológico.
 
El reloj marcaba la media noche y el día de la liberdade comenzaba. Una liturgia se iniciaba como si la Revolución no hubiera tenido lugar. Radio Renancença volvía hacer sonar esa canción prohibida por la censura  del Estado Novo, Grândola Vila Morena de José Afonso fue la señal para las tropas cuya misión era tomar los lugares estratégicos del país. De nuevo se volvía a escuchar. Era, por darle una semejanza, cómo esa calma que precede a la batalla. Una lucha que luego no fue tal pero los militares lo desconocían. Después, el cielo se iluminaba con un gran castillo de fuegos artificiales que podían ser vistos desde distintos puntos de la Ciudad Invicta, los cuales significaban el inicio de no retorno, la suerte estaba echada, el comienzo del fin de la dictadura se iniciaba.

Ya por la mañana el debate de la salud de la democracia portuguesa estaba en la calle. ¿Por qué digo eso? Ya días atrás, la gente polemizaba sobre el espíritu de la revolución. Para unos ya estaba perdido, para otros se ve más vivo que nunca. Ahora toca luchar para no desmantelar lo que tanto esfuerzo ha construido la Républica Portuguesa, lo que la troika está intentando destruir. ¿Y eso cómo veía?, para muchos el día de la liberdade era una jornada más. Muchos negocios abrieron y otros cerraron pero trabajaron con la persiana cerrada. 

Después me acerqué al punto neurálgico de las celebraciones. En medio de la plaza, un escenario amenizaba la espera. La multitud se iba acercando poco a poco. Los claveles iban apareciendo al mismo ritmo. Los himnos revolucionarios iban caldeando el ambiente.

Otra de las cuestiones era el tema Anonimous, esta pseudo organización llevaba tiempo montando jaleo en Oporto llegando a colapsar el sistema informático de la Cámara de la ciudad. Resulta que en el distrito de Fontiha, el ayuntamiento se había negado a realizar una obra que reformasen la escuela de la zona que se encuentra en mal estado. El consistorio estaba retrasando la remodelación aludiendo los problemas económicos que vive la institución. Anonymous había dicho que iban a organizar un gran cacerolada como protesta. Se le esperaba pero no había rastro de ellos.

Al filo de las cuatro de la tarde, todo parecía estar en calma. Pero de repente una gran multitud con banderas de calaveras salían de la nada, cientos de jóvenes se agolpaban a los pies del edificio del ayuntamiento. La otra celebración se quedaba en nada con el ruido que montaban los asociados de Anonymous. Posteriormente por indicaciones de la policía les recomendaron que abandonaran la plaza no sin antes sacar sus pancartas a relucir para mostrar su reivindicaciones. Después se evaporaron.
 

Mientras tanto la cabeza de la otra manifestación se acercaba al escenario plantado en el centro de Aliados. Una vez que la comisión del 25 de Abril estaba en el estrado, se leyó un manifiesto el cual se denunció el crecimiento preocupante de las desigualdades sociales. También se acusó al gobierno de la república romper el contrato social resultante del 25 de Abril de 1974. Los sindicatos están alertando una delicada situación de la sanidad pública y también de la educación favoreciendo la recibida por instituciones privadas. Algo que no suena extraño más allá de nuestra frontera.

Por último quiero hacer una especial mención a la edición portuguesa del diario Público. Una portada muy significativa y representativa de lo que pasa en el país. Dentro quiero resaltar el editorial, en el se hace especial hincapié en la crisis no solo económica sino también en el aspecto institucional, la opinión del rotativo es la pérdida de los valores que inspiraron la revolución. Por otro lado, hay un gran reportaje con el testimonio del hijo de uno de los hombres que formaban parte de la primera linea del batallón de Salguiero Maia. Este era el comando que fue el que hizo que se rindiera Caetano, el jefe de gobierno en aquellos tiempos. Estoy traduciéndolo para mostrároslo. Muy pronto lo veréis.







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