miércoles, 5 de octubre de 2011

Historia de Portugal: "Los acontecimientos se desencadenaron"

Tal día como, 5 de octubre, hace 101 años, la monarquía portuguesa daba a su fin y la república empezaba su andadura de una forma más que curiosa.

El principio del fin de la monarquía empieza un par de décadas antes de que el siglo XIX se acabara. Los tiempos en que la dinastía de los Braganza,  la última que reinó en el país luso, ya habían pasado a mejor vida y ya nadie se acordaba de los adelantos instaurados años antes por la Reina María I a principios de siglo, una monarca que había modernizado la hacienda y que había mejorado la calidad de vida en la colonias en ultramar. La crisis de monarquía lusa, por llamarla de alguna manera, vino de la mano del nieto de María I, Carlos I de Portugal (a la izquierda del texto) y del hijo de este el Principe Luis Felipe. El descontento en Portugal y en la colonias con ellos era generalizado por varías razones, básicamente por llevar a la nación a la bancarrota en varias ocasiones, también por hacer varias concesiones a los británicos que no eran bien vistas por el pueblo y por último por apoyar la dictadura de Joao Franco que ni siquiera era bien recibida por su círculo más cercano pero que si era compartida por el secretario de Carlos I. Todo ello hizo que los partidos de la oposición, principalmente el republicano, se plantearan un cambio.

Ese cambio llegó en 1908. El 1 de febrero de ese año, Carlos I de Portugal y su hijo el Principe Luis Felipe eran asesinados cuando regresaban a palacio en su carruaje. En ese atentado, también salió herido Manuel II que sería desde ese momento el nuevo Rey de Portugal. Los autores de la ejecución del rey y de su heredero fue obra de dos bandoleros cercanos al partido republicano.

Manuel de Braganza (arriba en la imagen) eran un joven sin mucha vocación política, que había iniciado poco antes sus estudios universitarios en Literatura Portuguesa. De repente, se vio al frente de su país. Lo primero que hizo el nuevo monarca fue cesar a Joao Franco al frente gobierno y convocar elecciones, eso consiguió calmar la ansias de los partidos más progresistas. Dicha calma solo duró un par de años, cuando el 4 de octubre de 1910 se iniciaron una revueltas en Lisboa concetradas en el palacio donde residía el Manuel II. El rey se refugió en la afueras de la capital lusa, para posteriormente abandonar el país con destino a Gibraltar y luego vivir en el exilio de Londres. La nueva república era una realidad cuando las fuerzas armadas leales a la corona reconocieron el nuevo sistema  en el norte de Portugal. Lo curioso de todo esto, es que reinado de Manuel II fue no especialmente malo y llegaba con ideas reformistas, además contaba con cierto apoyo popular, aunque tampoco se puede precisar que este apoyo fue mayoritario en el país entonces. 

Manuel II vivió en tierras británicas hasta la década de los 30, muriendo sin descendencia directa, y por tanto cortando un regreso de la monarquía a Portugal. No obstante, Don Duarte, actual duque de Braganza, sería actual heredero de la corona lusa pero ni por asomo el pueblo portugués se plantea volver a la monarquía. Se puede decir que lo único que queda de la monarquía en Oporto es una calle dedicada a Manuel II y es el viejo sueño de los monárquicos portugueses.


POR ÚLTIMO, OS DEJO UN VÍDEO DE LA AGENCIA EFE DE LA CELEBRACIONES DEL PASADO DEL CENTENARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA PORTUGUESA.

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